Andrea

Andrea


Portada

Página 14 de 29

- ¡ Está bien mujer! Mejor que lo dejes arreglado. Pero escucha no aflojes ni un poquito, ¿No es él quien te ha dejado? Pues ahora que se rasque el bolsillo, no te pongas sensiblera, cuando te venga con lo de su próxima paternidad y lo costoso que es….y bla..bla…bla.

- Esta bien mami, no te preocupes seré como "Cruella de Vil" ¿Te parece bien?_ Le dijo Alma a su amiga en tono jocoso_

- No de verdad no te dejes joder ¿ M oyes?

- No de verdad lucharé por lo que es mío. Además está Malena yo no puedo mantenerla yo sola y sin trabajo.

- Bueno me voy. ¿Quieres que le diga alguna cosa a Joel? _Le preguntó Marta inocentemente sin pensar_

- ¿ Y por qué tendría que decirle nada yo a Joel? ¡No te fastidia!_ Alma le contestó un tanto molesta_

- Alma que no me mamo el dedo ¿Sabes?

- Lo siento pensaba explicártelo pero me daba vergüenza._ Le confesó Alma a su amiga_

- ¡ Escucha Alma ya no estás casada y yo no soy tu madre para decirte lo quédeles hacer.¡ Pero escucha, que no te hagan daño! ¿Vale?

- ¿Por qué dices eso? _ Alma no entendía a que venía eso_

- Alma por favor. Joel es más joven que tú cuando se canse del polvo fácil, volverá a por una nena de dieciocho supongo que eres consciente ¿Verdad que si?

- La verdad es que creo que ya es tarde para ponerme ha pensar en eso. Creo que me enamorado de ese hombre.

- ¡Joder Alma! Eres la ostia, no puedes enamorarte de ese tío de ese no ¿ Me oyes?

- ¿Pero por qué no? El también me ama.

- No, no te ama él se te folla y nada más. No te engañes cuando se canse de hacerlo te dejará plantada como una acelga.

- Puede ser que le deje yo antes._ Dijo Alma sabiendo que no era mucho el tiempo que le quedaba de vida_

- Ahora aun te entiendo menos ¿Que quieres decir?_ Marta no comprendía a su amiga_

- ¡Vale basta me voy! Ferran me está esperando.

Alma dio un pequeño empujón a su amiga y las dos salieron de casa. Marta fue al gimnasio y Alma en dirección contraria para

Encontrarse con su ex marido.

Ferran estaba sentado en una mesa para dos, tomaba un café solo. Alma al verlo sintió mucha tristeza en su interior.

Como podrían haber acabado así.

Aun le encontraba atractivo pero ya no le veía con los mismos ojos de hacía veinte años. Ahora se alegraba de que hubiese encontrado a alguien y que fuese feliz cuando ella ya no estuviese. Alma entró en el local y se acercó hasta donde estaba Ferran.

El se levantó al verla llegar, él hizo un gesto como para darle un beso en la mejilla pero Alma desvió su cuerpo y le ignoró, no quería gestos de cariño entre ellos ya no era necesario.

- Hola Alma, ¿Como estas?_ Preguntó él algo cortado por la situación_

- Ferran déjate de cumplidos y ves al grano que me están esperando._ Le dijo ella muy secamente_

- Está bien como tu quieras, pero sería mas fácil si fuésemos un poquito amables el uno con el otro ¿No te parece?

- Mira no seas cínico donde estaba tu amabilidad cuando me dejabas sola en casa para estar con...…_ Ferran la interrumpió antes de que dijese alguna burrada_

- Alma es una buena chica, no es ninguna fresca simplemente nos enamoramos. Estoy seguro que tu también tendrás otra oportunidad y….Alma sintió una punzada de dolor, ¿Oportunidad de qué? De vivir cuatro días más. Alma se sentía rabiosa y esa rabia la descargó con Ferran_

- ¡ Joder Ferran deja estar ya! ¿ A ver que me quieres decir?

- Vale, mira la casa si que se tendrá que vender por que tiene un costo muy alto y yo no podré seguir pagándolos.

- ¡Ya! Y debes querer la mitad ¿No?

- Si, ya tengo comprador, si te va bien el sábado iremos a verla aunque ya la conoce y le parece bien.

- Ya la conoce. ¿Quien es?

- Albert Grimau.

- ¿ Tu jefe?_ Preguntó ella incrédula_

- Si se ha separado y la quiere para él.

- ¡Caramba! Quizás tenéis una epidemia en la empresa._ Dijo ella con todo el sarcasmo de que fue posible.

Ferran hizo un gesto con la cara, aludiendo al comentario jocoso que había hecho la mujer.

- La venderemos muy bien de precio. Teniendo en cuenta que nos costó 500000 euros, él nos da 650000.

Alma puso una cara de aceptación. Pero enseguida pidió explicaciones al hombre.

- Muy bien pero yo necesitaré tiempo para buscarme un piso y no se cuanto puedo tardar.

- Si eso es un problema pero creo que con el presupuesto que tienes podrás encontrar alguna cosa pronto.

Yo iré a recoger mis cosas y el despacho. ¿Te parece bien?

- Si puedes llevártelo, llévate lo que quieras yo no se donde podré meter todo lo que tenemos, no creo que encuentre un piso lo suficientemente grande cómo para meter tanta cosa.

- Albert dice que si dejamos los muebles él nos abonará la diferencia de los muebles. Lo que nos de de los muebles te lo quedas tú.

- ¿Y Malena, que se supone que tenemos que hacer con ella?

- Le queda un curso que yo le pagaré como estaba pensado. Su estancia en París podríamos compartirla.

- ¿Recuerdas que yo no trabajo?_ Le dijo Alma_

- ¿Recuerdas el dinero que teníamos invertido?

- ¡Si supongo que se tendrá que repartir!

- No, hace un tiempo que los utilicé.... ¡ Espera no te alteres!

Ferran paró a su ex mujer al ver que ella estaba dispuesta a protestar.

- Compré un local y un piso en el paseo de la Bonanova (Una de las zonas mas privilegiadas de la ciudad de Barcelona) Están alquilados y tu eres la beneficiaria. El piso tiene un alquiler de 1200 euros i el local de 3000 euros. Como puedes ver, creo que con eso te podrás mantener perfectamente ¿No?

Alma se quedó parada, su exmarido había pensado en ella antes de dejarla, con que cara le tenía que mirar ahora. En parte se sentía avergonzada.

- ¡ Vaya! No se que decir. Gracias.

- No me tienes que dar las gracias. Si tenemos todo eso es gracias a ti. A saber aguantar mis ausencias cuando yo me pasaba el día fuera de casa haciendo dinero.

Tu siempre has sabido ahorrar y gracias a ti soy quien soy. No se me olvida. Jo también te he de dar las gracias y pedirte perdón. Pero Alma nunca te quise hacer daño, simplemente pasó Y no lo supe parar a tiempo, ¡ Lo siento!

- Está bien, supongo que es culpa de los dos. Yo también me acomodé a que fueses tú quien trabajase y que llevases el peso de todo. ¡ Yo también lo siento!

Se cogieron las manos y a los dos le cayeron unas lagrimas por el amor perdido.

- ¿Mi hija no me perdonará verdad?_ Preguntó el hombre apesadumbrado_

- Tienes que darle tiempo, poco a poco lo aceptará ya sabes que es una buena nena.

- Yo la quiero mucho y no quiero perderla.

- Todo irá bien ya lo verás, ten paciencia. Y pase lo que pase no te separes de ella, ¿Me oyes? Prométemelo._Le pidió ella con lagrimas en los ojos_

- ¡ Claro que si mujer!

- Quiero que me lo prometas.

- Está bien no lo entiendo pero te lo prometo jamás la dejaré sola. Pero ¿Pasa alguna cosa que yo deba saber?

- No pero me quedo más tranquila.

Capitulo 8.

Marta y Alma estaban delante de la puerta de un edificio de estilo victoriano, estaban a dos calles de la que todavía era su casa.

Alma no se podía creer que hubiese tenido tanta suerte. Escuchó en el gimnasio como una clienta le explicaba a otra, que su sobrino vendía la casa para irse a Londres. Parecía ser que había recibido una oferta de trabajo inmejorable y no podía dejar pasar la ocasión.

Quería vender la casa y allí estaba ella escuchando la conversación. Esperó el momento oportuno y Alma se presentó a la señora.

La mujer muy amablemente le dio el número de teléfono de su sobrino y Alma después de llamarlo quedó con él para ir a ver la casa .

Y allí estaban Alma y Marta estaban dispuestas a dar un buen repaso a la casa con la esperanza de que estuviese lo suficientemente habitable para poder comprarla.

Hacía poco más de cinco minutos que esperaban delante de la casa cuando vieron llegar un coche que poco a poco se iba parando hasta llegar delante de ellas.

Un chico de unos veinticinco años salió de un Mercedes descapotable y se acercó a ellas.

- Buenos días siento el retraso, pero circular por Barcelona es cada día más difícil. Me llamo Eric, Eric Estruch._ Dijo el muchacho disculpándose_

- Buenos días, no te preocupes que hace poco que esperábamos. Soy Alma Sar…..

Alma estaba tan acostumbrada a hacer servir el nombre de casada que había olvidado que ya no era necesario y que ahora podía hacer servir su nombre de soltera. Y entonces rectificó

- Perdón. Soy Alma Senserrich, encantada. Ella es la mi amiga Marta y viene a acompañarme.

- Buenos días, mucho gusto._Saludó Marta al joven_

- ¡ Mucho gusto señoras! Si les parece bien, vamos pasando. No quisiera parecer mal educado pero me esperan a las doce en una reunión.

- Si claro, adelante.

Eric abrió la puerta y entraron en un gran entresuelo, allí había un ascensor antiguo y dos buzones. Fue entonces cuando Eric comenzó a dar explicaciones.

- Como verán tan solo somos dos vecinos, los señores Martí son como de la familia viven aquí hace sesenta años, casi toda su vida desde que se casaron.

Mi casa pertenecía a mi abuela, me la dejó en herencia hace dos años que murió.

Las viviendas se mantienen en muy buen estado a pesar de lo antiguas que son. Fueron construidas con muy buenos fundamentos con materiales de primera para la época. De todas formes se ha ido restaurando .

- ¿El ascensor es seguro? Debe ser muy antiguo._ Dijo Marta _

- Si, no se preocupe, la estructura es la original pero se ha cambiado el motor por uno moderno. Es muy seguro se lo puedo asegurar._

- ¿Así su piso es el de la planta superior?_ Preguntó Alma deseosa de verlo_

- Si, este es el primero están los señores Martí y en el segundo está el mío.

El chico iba dando explicaciones mientras entraban en el ascensor y subían al segundo piso. El ascensor subió rápidamente y Eric muy cortés abrió la puerta para que las mujeres saliesen.

La puerta del piso era de un color ébano. Era una buena puerta maziza, una bona madera, era alta y ancha. Tenía en medio un tirador dorado y reluciente. En la pared en color también dorado un botoncito que era el timbre.

El chico lo hizo sonar para que lo escuchasen. Un agradable sonido de campanas sonó, Alma miró a su amiga de forma divertida. Estaba claro que les había gustado el sonido del timbre.

Eric pensó que era un buen comienzo, sacó las llaves del bolsillo del pantalón y abrió la puerta. Lo primero que a Alma le entró por los ojos fue la claridad de la vivienda. El sol entraba por todas las bandas de la estancia.

El recibidor era un espacio abierto con una pared de espejos, un taquillón que hacía de mueble recibidor. Sobre él tenía un jarrón con flores que se reflejaban en los espejos dando la sensación de encontrarte en un magnifico jardín.

El salón era amplio con dos espacios bien definidos, la parte del comedor y la parte de descanso.

El chico no tenía mal gusto, el suelo era de un gris oscuro y las paredes jugaban entre el gris claro y el rosa pálido .

La mesa de comedor era ovalada en vidrio negro y patas de metal negro, las sillas eran a juego con el asiento rosa pálido como la pared.

Un gran moble de módulos en blanco era el aparador del salón con la televisión y los detalles de la decoración en gris y diferentes tonos de rosa. Blancos también eran dos sofás sobre él cojines en tonos rosas, grises y negro a rallas y topos.

Parecía mentira que fuese la casa de un soltero era todo muy de diseño.

En las vidrieras tenía estores que combinaban con las paredes.

Tenía una gran chimenea en medio del salón de forma que quedaba abierta a todos los espacios.

Alma no daba crédito, todo era precioso. La cocina estaba tras una gran vidriera que la separaba del salón.

En tonos lilas y blancos no le faltaba detalle. Los electrodomésticos eran nuevos.

Aquel joven no sabía ni lo que era hacerse una tortilla estaba todo impecable.

Cuando Alma vio aquello supo que la casa estaría fuera de sus posibilidades, aquel hombre pediría una fortuna por la casa y ella solo disponía de 325000 euros i estaba segura que él querría mucho más. Era una pena porque le encantaba aquella casa.

Entonces Alma decidió que no quería hacerle perder mas tiempo al chico, ni dañarse a ella misma viendo aquella preciosidad que no podía ser suya.

- Mira Eric tienes una casa preciosa, pero creo que tu debes pedir una cantidad que creo que yo…..no....

- Bueno aun no la has visto toda y no sabes lo que yo pido por ella._ El joven reía divertido y Alma no entendía a que venía aquella sonrisa que por otra parte te veía sincera_

- Si por eso mismo que si la veo toda el dolor será mas grande._Le dijo Alma mientras Marta no cesaba de curiosear todo lo que había a su alrededor_

- Perdone mi indiscreción pero su marido piensa venir otro día a ver……._ Alma le interrumpió.

- No, me acabo de separar, mejor dicho me han separado. Me ha cambiado por una de veinte. Por eso necesito una casa.

- Mira yo tenía pensado pedir 500000 con los muebles tal y como está.

- ¡ Huy ! yo no dispongo de ese dinero. Ves no puede ser._ Dijo Alma con mucha pena_

- ¿ De cuanto dispones ?_Preguntó él muy directamente_

- De 325000 podría ser 400000, no más.

- ¡Vale es tuya!_ Dijo él rápidamente_

Alma no había sentido bien o eso pensaba ella. Le hizo repetir al chico lo que había dicho.

- Perdón. ¿Que has dicho? ¿ Me lo puedes repetir?

- Si el lunes que viene me puedes dar 400000 euros. La casa es tuya tienes toda una semana para conseguirlo.

A Alma le dio un ataque de risa, no se lo podía creer. Por qué aquel chico le vendía aquella casa que sin duda valía mucho más.

- Perdona pero por qué quieres venderme la casa, si tu sabes que puedes sacar mucho más.

- A mí también me han dejado y aquí fui muy feliz, hasta que también llegué a ser, el hombre más desgraciado del mundo.

- ¡Caramba, lo siento!_ Dijo Alma que se sorprendió de la sinceridad del muchacho_

- Si, mi novia se aburría y decidió distraerse con mi mejor amigo. ¿Qué te parece gano yo ¿No?

- ¡Joder, me estáis deprimiendo! _ Dijo Marta con su espontaneidad habitual_ Perdón, pero es que parece que la mala suerte se haya apoderado de vosotros, a ver si eso se pega.

- ¿Qué entonces, hacemos tratos?

- Bueno tengo que mirar como conseguir los 75000 euros que me faltan.

- Se lo podrás sacar a tu ex, si no por qué te dejaba_ Le dijo Marta_

- Creo que me las arreglaré. ¿Te parece bien si te digo algo de aquí a dos días?

- Si vale, pero creo que esta casa está hecha para ti. De todas formas no hemos acabado de verla. ¿Supongo que queréis ver el resto de la casa?

No fue Alma quien contestó si no Marta.

- ¡ Por supuesto! Me muero de curiosidad.

El baño era exquisito, un gran plato de ducha con hidromasaje, una bonita bañera redonda y dos lavamanos con grifería de diseño, lo mismo que el sanitario todo dentro de unes baldosas en tonos azules des de el color azul cielo al color azul noche, hacían un bonito mosaico.

En el pis superior al que se llegaba por una escalera de mármol rosado, estaba todo enmoquetado, con una moqueta color visón.

El pasillo, disponía de unas cavidades en la pared donde habían colocados diferentes jarrones de vidrio.

Dos baúles de color blanco adornaban el centro del pasillo.

Habían seis puertas, la primera que vieron era un dormitorio donde entraba una luz esplendida, la pared del cabezal estaba pintada en gris oscuro y unas finas rallas de color gris perla la atravesaban de banda a banda. Las otras paredes estaban pintadas del mismo gris perla que las finas rallas del cabezal.

En color rosa pálido unes finas cortinas y la cama vestida en colores grises. Los muebles en blanco que daban una luz especial a la estancia.

El armario empotrado era enorme. En el mismo dormitorio una puerta daba a un bonito baño.

Una ducha un sanitario y dos lavabos todo también de diseño en color negro y blanco.

Las mujeres se iban mirando, incrédulamente. Todo el equipamiento de la casa valía muchísimo, se veía que había sido decorada con ilusión y amor.

Otra de las habitaciones era un dormitorio con una cama individual de metal dorado con dosel, la decoración jugaba con los tonos violetas y morados.

Un segundo dormitorio individual, este mucho mas masculino. Todo en madera maciza, muy escueto una cama un armario una mesita de noche y un escritorio. Las paredes en tonos beige y crema.

La siguiente puerta que abrió el chico dejaba ver toda una sala de gimnasio con aparatos propios de la disciplina.

Ahora si que Eric le dijo:

- Todo eso si que me lo llevaré ¿De acuerdo?

- Si por supuesto para que quiero yo todo eso._ Dijo Alma sin poder evitar que Joel viniese a su mente_

La puerta siguiente era un pequeño servicio, tan solo con un sanitario y un lavamanos. Y la última puerta daba a una escalera que subía hasta una terraza llena de flores y un cubierto donde se escondía una piscina climatizada, de unos 8 metros de largo por unos tres de ancho.

Eso si que no lo esperaban, dentro del cubierto una pequeña barra de bar y un sofá .Entonces Eric le dijo:

- Lastima que no sea de noche, porque toda la terraza tiene una iluminación fantástica y muy romántica.

- Pero Eric mira jo no soy ninguna fresca yo se que todo esto vale mucho más y yo no puedo……_ Eric vio en la cara de Alma la desilusión estaba convencida que no podría tener esa casa_

- Por favor es muy importante para mi venderla deprisa y quiero que la tenga alguien que la valora y sepa amarla como la amé yo. Por favor Alma se lo que estoy haciendo de verdad.

La mujer fue hacia él y le cogió la cara con las dos manos, alguna cosa muy especial se había creado entre ellos dos. Alma le dijo con mucho cariño.

- La cuidaré, la amaré y la disfrutaré como nadie. Te lo juro.

- Lo sé.

- Vosotros no os conocíais ¿Verdad?_ Preguntó Marta que vio que Alma y Eric tenían un feling especial.

Alma y Eric se pusieron a reír sin decir nada, a Marta le parecía todo un poco extraño.

Hoy día que todos se matan por un euro, llega este niño bien y se vende su casa maravillosa por mucho menos de lo que le darían.

La casa tenía espíritus. Seguro que era eso por lo que se quería deshacer de ella. ¡Claro era eso! Se lo tenía que decir a su amiga.

Alma y el chico quedaron en verse en cuatro días para formalizar la venta.

Ella sabía que debía encontrar el dinero que le faltaba aunque no le hacía ninguna gracia se lo pediría a Ferran. De todas formas la casa era una inversión para Malena, ella poco tiempo tendría para disfrutarla pero su hija quedaría bien situada.

Capitulo 9.

Bueno no fue tan difícil, Albert Grau les pagó la casa enseguida y de los muebles que se quería quedar. Les dio cuarenta mil euros por ellos, habían muchas cosas que a Alma le daba pena deshacerse de ellas pero necesitaba el dinero y además pensó que sería mejor despedirse de ellas en aquel momento.

Los treinta y cinco mil que le faltaban se lo pidió a Ferran, le dijo que tan pronto como comenzase a trabajar se lo devolvería. Alma sabía que no sería así durante mucho tiempo pero si tenía oportunidad de trabajar en alguna cosa lo haría mientras pudiese. El, quizás por su sentimiento de culpa no quiso que se lo devolviese pero ella insistió aunque sabía que no podría nunca llegar a pagárselo todo.

El tan solo le dijo que por qué no miraba un piso más asequible, pero cuando ella le explicó como era la casa y donde estaba situada él la comprendió y no volvió a decir nada más. No era el más indicado para decirle a ella lo que debía hacer.

En medio de todo aquel lío tan solo conseguía reposar cuando hacía unos largos en la piscina del gimnasio. Había continuado yendo cada día, sacaba tiempo de donde fuese porque necesitaba ver a Joel y también porque mientras nadaba el dolor de cabeza remitía.

El se había ofrecido a ayudarla en la mudanza, pero Alma no quiso, de momento no estaba segura de querer involucrarlo tanto en su corta vida.

¡ Si, se lo pasaban bien juntos! Pero ella no estaba muy segura de lo que realmente sentía por él y todavía menos de lo que él sentía por ella. Y el tiempo que le quedaba por vivir lo que menos necesitaba era sufrir otra vez por un hombre. A veces le parecía que él tonteaba con las mujeres que iban al gimnasio. Joel le decía que no podía ser grosero con ellas, el negocio dependía de eso, pero él le juraba una y otra vez que no tenía con ninguna de ellas. Alma estaba asustada sabía que se estaba enamorado de él y tenía miedo de volver a sufrir. Ella había pensado en mantener solo una relación que le aportase alegría el tiempo que le quedase de vida pero no contaba con enamorarse.

No tocó nada de la nueva casa, tan solo cambió las cosas de la cocina, batería cubiertos, vasos etc.… que había traído de su antigua casa. Los adornos eran regalos de Malena o de amigos, nada que le hubiese regalado Ferran. Ninguna foto de ellos dos todos esos recuerdos los guardó en cajas no lo quiso tirar le gustase o no era una parte de su vida y algún día a Malena le gustaría tenerlo.

Todo quedó dentro de un armario que había en la habitación que Eric tenía destinada al gimnasio.

Aun no había decidido que pondría en esa habitación, pero de momento quedaría vacía.

La ropa que tenía Malena, la guardó en el dormitorio que había destinado para ella, la de la cama con dosel. Estaba segura que a su hija le encantaría la casa nueva.

Esperaba a su hija el próximo fin de semana, le había dicho lo bonita que era la casa y la chica estaba deseando verla.

Lo que no le había dicho era que disponían de una piscina para ellas solas. Alma se enteró de eso el mismo día que fue a firmar el contrato de compra.

Fue entonces cuando Eric le dijo que la parte superior de la terraza pertenecía al su piso, no era para compartir con los vecinos.

En realidad supo que todo el edificio había sido de la abuela de Eric los señores Martí habían sido sus empleados de servicio y cuando se hicieron mayores para no poder trabajar, la abuela de Eric les dejó aquel piso para que terminasen allí su vida cómodamente. El día que ellos faltasen Eric pasaría a ser el propietario de todo el edificio.

Ahora aun lo entendía menos, ¿Por qué vendía el piso superior si podía ser propietario de una gran finca?

Alma no supo aguantar su curiosidad y al final decidió preguntar a Eric todo lo que había descubierto ese día le había sorprendido, pero la respuesta que recibió a continuación aun la sorprendió mucho más.

- Eric perdona que te parezca curiosa pero de verdad que me cuesta entender el por qué no guardas el pis para más adelante si cuando falten los señores Marti será.…_ Eric no la dejó terminar de hablar_

- ¡Escúchame bien! No necesito el dinero ni los pisos. No quiero parecer vanidoso pero solo puedo decírtelo así. ¿Si te confieso algo me guardarás el secreto?

- ¡Si claro!_ Le contestó Alma muy confusa con tanto misterio_

- Pues verás, no soy un pobre chico que ha tenido la fortuna de ser el heredero de su abuela. Soy el conde de Borgoña. Título heredado del mi padre y mi abuelo, bisabuelo, tatarabuelo y creo que mucho antes todavía. Tingo dos mansiones en Francia, una manzana en Times Esquerd, dos duplex en Manhattan el edificio que te he vendido, un palacete en la Toscana y un bloque de apartamentos en Cadaqués. Creo que eso es todo.

Alma se había sentado hacía rato en una de las sillas del despacho de la notaria. No se podía creer todo lo que aquel muchacho le acababa de explicar. Se sentía como una boba.

- ¡He! ¿Estás bien? Te has quedado blanca._ Le dijo Eric preocupado_

- Bueno no es para menos. ¿No crees?

- Pero si no te lo hubiese dicho no dirías que parezco un conde ¿Verdad?

- ¡No, por favor! Eres un chico de lo mas normal, agradable simpático, familiar, sencillo.

- ¡ Bueno, bueno ya está bien! Me pondrás colorado. Que te parece si cuando acabemos con esto nos vamos a comer para celebrarlo ¡Pago yo claro está!

- Con mucho gusto, es un placer hacer tratos contigo. Lo de que vas a Londres a trabajar es cierto ¿Verdad?

- Si claro es verdad. Dirijo una multinacional y tengo varios negocios propios, que aunque que no los lleve yo mismo requiere de la mi atención.

- Si y con los tiempos que corren, la crisis acabará con todos. Yo misma no se como me las apañaré para encontrar trabajo a mi edad y con el paro que hay._ Alma habló en confianza sin darse ni cuenta que podría parecer que andaba mendigando un trabajo, no lo advirtió hasta después de que Eric hablase_

- Eso tiene solución ya veras.

Ir a la siguiente página

Report Page