Agnes

Agnes


32

Página 34 de 40

3

2

La lectura en voz alta no se me da bien. Pero no era ésta la razón por la que Agnes estaba decepcionada. No hizo ningún comentario, y yo también guardé silencio, sentado en la cama junto a ella.

—¿Estás contenta? —pregunté.

—¿Y tú? ¿Estás contento?

—No lo sé —dije. El desenlace de la historia no me convencía. No lo había acertado, no era vívido ni veraz. Lo había querido así y lo había escrito tal cual. Era como el propósito que uno hace en Nochevieja e incumple en las primeras horas del nuevo año, una sarta de palabras vacías aunque bien intencionadas.

—El desenlace siempre es difícil —dije—, la vida no tiene desenlaces ingeniosos. Sigue adelante.

—Es un regalo —dijo Agnes—. Un regalo de Año Nuevo.

Trató de mirarme a los ojos, y la abracé para poder esquivar su mirada y dije:

—Ahora voy a encuadernarlo con las demás páginas. Entonces tendrás tu librito. El libro de

Agnes.

Cuando más tarde salió del dormitorio, yo aún no había iniciado la tarea. Estaba sentado en la butaca de mimbre, mirando fijamente hacia la nevasca.

—¿Qué haces? —preguntó.

—Estoy meditando.

—¿Sobre la historia?

—Sí —dije. Mi película imaginaria de nuevo se había puesto en marcha.

En los días que siguieron estaba inquieto. Como por contagio, Agnes tampoco se sentía bien y su resfriado empeoraba. Se quejaba de molestias al tragar y de un intenso y paralizante dolor de cabeza, de tal suerte que apenas abandonó la habitación durante varios días.

Había confeccionado un pequeño cuaderno con el desenlace y el resto de las páginas. Pero volvía sobre la historia tan pronto como Agnes se quedaba dormida. Lo repasaba todo una y otra vez, introducía cambios y correcciones y sustituí el final por el «desenlace2», que, según noté, ya se perfilaba desde el comienzo. Era el único desenlace posible, el único desenlace veraz.

Cuando Agnes me preguntó a qué dedicaba mis horas contesté que seguía con los vagones de ferrocarril. A menudo estaba ausente cuando hubiera preferido escribir sin tregua. Tenía la sensación de vivir exclusivamente en la historia, como si todo lo demás fuera anodino, irreal, como si comer o dormir fuera una pérdida de tiempo.

La enfermedad de Agnes me irritaba. Seguía preparándole té y le llevaba la comida a la cama, pero ella debía de notar mi impaciencia y estaba dolida.

—No tienes por qué quedarte conmigo todo el día —dijo—. Vete a la biblioteca si te apetece. Quizás te encuentres a Louise.

—No se trata de eso. Lamento que no puedas disfrutar de tus días libres. Detesto pasarme todo el tiempo en casa.

—No tienes por qué. No soy una moribunda. No me siento mal mientras estoy en la cama.

Volví al lago y di un paseo por el Grant Park. Cuando me entró frío fui a la biblioteca. Louise no estaba. Saqué una novela y me quedé leyendo una hora. Después devolví el libro, sin interesarme por el final.

—Has estado fuera bastante rato —dijo Agnes cuando regresé.

—Dijiste que querías estar sola.

—No era un reproche, no seas tan susceptible. Dije que no me molestaba que salieras, no que quisiera estar sola.

—¿Has dormido?

—No. He estado mirando la tele.

—Pensé que tenías que guardar cama.

—Me cubrí con la manta.

Preparé la comida y cenamos en la cocina.

—¿Qué hacemos por Nochevieja? —pregunté.

—No creo que me haya recuperado para entonces.

—¿Cómo lo sabes? ¿No tienes ganas de salir conmigo?

—Sí que tengo ganas. Pero estoy enferma. No me siento bien. ¿Has estado en la biblioteca?

—Sí, pero no para ver a Louise. Me entró frío al aire libre y no quise volver tan pronto. No quería molestarte.

—No me molestas. Sólo digo que no necesitas cuidarme todo el día. No me importa que salgas. Y tampoco me importa que vayas a la fiesta de Louise.

—¿Seguro que no?

—No, seguro que no.

—Conoce a mucha gente interesante. Podría ser importante para el libro.

—De hecho, no estamos casados.

—Podría ser importante para nosotros. Si quiero quedarme tengo que tratar de conocer a la gente que me puede ser útil.

—No quiero discutir —dijo Agnes—, estoy cansada y enferma.

Ir a la siguiente página

Report Page