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Precedentes » III Alrededor del mundo, 25 de diciembre de 1953

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Alrededor del mundo, 25 de diciembre de 1953

Una sustancia que relaja corazón y esfínteres, néctar que aplaca rebeliones musculares, cuentos de hadas contados a huesos y articulaciones. Fruto amargo de

Papaver somniferum. Mano de turco, mano de laosiano, mano de birmano. Pulso firme, cuchilla que corta, látex que entra en contacto con el aire y cuaja. Barrillo marrón que se pega a los dedos. Filamentos y pulpejos, niños que juegan con resina de pino.

Chandu, opio preparado. Panes que llenan cajas que llenan camiones que se dirigen hacia aviones o barcos que esperan. Aduaneros complacientes, vista gorda de ejércitos y estados, inversiones a través de bancos. Un kilo de opio se convierte en cien gramos de morfina que se convierten en ciento veinte de heroína pura que se mezcla con talco, polvo de yeso, quién sabe con qué más.

Por cada dólar invertido en opio se ganan cinco mil.

Mercancía con la que sueña todo comerciante, aditivo ansiado por todo sistema circulatorio.

Rutas cruzadas. De Turquía a Sicilia, a través de Bulgaria y de Yugoslavia. De Sicilia a Marsella. De Indochina a Marsella en los barcos de los legionarios. De Marsella a Sicilia.

Del Mediterráneo a Sicilia.

The French Connection.

La corbata aprieta el brazo. Una aguja clavada deprisa en la concavidad del codo desgarra la vena, perfectamente visible bajo la piel oscura. Salpicadura de plasma, glóbulos rojos, leucocitos, inútiles trombocitos arrojados al mundo exterior. La blasfemia menta al Creador. Nadie la oye.

Aparte del Creador.

Y de las cucarachas que hay detrás de los zócalos.

Pero quién sabe si el Creador existe de verdad. Y las cucarachas no tienen oídos.

Cuerpo: envoltura de espasmos y temblores, ni un solo músculo que realice su función sin quejarse. Sangre de muerto de pie, olor de gingivitis aguda, sudor frío.

El músico se aprieta el pinchazo con un pañuelo. Suspira. Se ata la corbata al otro brazo. Difícil apretar el émbolo de la jeringuilla. La mano que menos usamos parece pertenecer a otro. El cerebro no sabe dirigirla.

Calma, calma, respira y vuelve a intentarlo.

Sí, ningún problema. El cálido suero empieza a correr.

Euforia y bienestar, dedo tras dedo.

Se desata la corbata comprada en Brooks Brothers.

Insonoro pedo de dicha. Sonrisa.

Feliz Navidad.

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