N° 11 - 25 de noviembre de 2021

Otra carta que colecciono aquí conmigo, esta en realidad te la quería dar el finde, pero fue el día de la charla telefónica, el Nein-Nein y todo lo que se fue dando. Ese día estuve a punto de arrancarla del otro cuaderno que tengo y dejártela escondida, pero no. 

Mi carta original decía masomenos estos:

“Hola! creo no habértelo dicho nunca, pero a veces me gusta escribir cartas. Cartas, mensajitos, papelitos, dibujitos en alguna servilleta, todas esas cositas. 

Hace mucho que te escribo cartas que guardo, que colecciono, pequeños recortes de lo que me va pasando con vos. No te los di nunca porque a veces no creo que sean justas esas palabras (además que a veces no se entienden, porque escribo así como salen, todo amontonado, casi ilegible, una catarata de pensamientos y emociones que se mezclan con mis garabatos)

Hace días que te quiero contar que te quiero mucho (y más que eso), que quiero mil cosas con vos, mil recuerdos, mil momentos. También te quiero contar que hay muchas cosas que me cuestan, y que estoy trabajando en eso, porque entiendo que es importante para los dos que pueda comunicarme mejor, es solo que siento que me cuesta, comunicarme es de esas cosas que me frustra, porque siempre hablo hasta por los codos pero para lo importante… me congelo. Pero bueno, eso, me cuesta comunicar mis emociones, porque siempre tengo miedo (que lo que digo no sea tomado en cuenta, que sean cuestionados mis sentimientos, que molesten, no sé). 

Son cosas que traigo de siempre, no de una relación en particular, cosas que me fueron pasando en general, en casa sobre todo, ya te contaré en algún momento más sobre la relación con madre, mucho viene de ahí.

Por eso estoy trabajando en eso, por eso cuando entendí que con vos quiero todo lo lindo y sano que sé que podemos tener, dejé de postergar cosas y empecé a ir con Caro, mi psico, para que me oriente en este aspecto. Porque con vos quiero hacer las cosas bien, te quiero hacer bien. Es tan lindo todo lo que siento por vos, que me da un poquito de miedo arruinarlo, no te voy a mentir. 

Con vos siento… mariposas invisibles, o sea, que están, pero no. Porque no son esas mariposas que me ponen en alerta y me hacen sentir ansiosa. No. Con vos me siento segura, tranquila, como una tarde de lluvia con tortas fritas: me siento en calma y en mi casa, en mi lugar, siento que estoy donde quiero estar, y no lo quiero arruinar. 

Sos mi tarde de lluvia y el arcoiris de después, sos ese helado de dulce de leche una noche de verano, unos mates en la montaña, un sanguchito de miga en un día de sol.

Sos todo lo que está bien, y todo lo que quiero que sea eterno.”

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