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WAHRAM

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WAHRAM

La gente anhela el tiempo continuamente y en ambos sentidos. Queremos que ciertas cosas sucedan antes: la terraformación de un nuevo mundo que hemos aprendido a amar, la llegada de la justicia universal en todos los asuntos humanos, un buen proyecto. Hay otras que queremos que vayan más despacio: nuestras propias vidas, las vidas de las personas que amamos. Sea como sea se anhela el tiempo: más tiempo para hacer cosas, para experimentar cosas.

Casarse con ciento trece años es el triunfo de la experiencia sobre la esperanza. Se han vivido ya tantas vidas. La esperanza propia se ha reducido desde hace mucho tiempo a volcarse en las rutinas diarias. La experiencia nos ha enseñado todo lo que va a enseñarnos. Más experiencia sería una reiteración.

Aunque no una reiteración del todo. La vida siempre es como mucho seudoiterativa. Cada día tiene sus particularidades. Realizar las mismas acciones cada día, en un ritual para alejar a tiempo, para retener el momento, no elimina estos particulares, sino que los pule. Los animales, nuestros hermanos y hermanas horizontales, nos lo recuerdan: cada día vivido es una especie de aventura, un éxito. Nada se repite. Cada aliento es una nueva succión de la atmósfera, un grito por la vida. La esperanza de la experiencia. Siéntelo y sigue adelante.

Fitz Wahram se sentó en la sala de reuniones del Consejo de Relaciones Planetarias de Titán, pensando en estas cosas. Cuando le llegó el turno expuso su caso ante sus colegas.

—Es de esperar que después de todo este tiempo, las naciones estado terrestres habrán aprendido de la experiencia y se habrán reconciliado entre sí, de manera que sus diversas relaciones con las colonias extraterrestres sean consistentes y coherentes, y prescindan de toda la confusión y la discordia a que dan pie sus acciones vigentes. Pero no. No lo han logrado. Podría llevarles más décadas, incluso siglos. Nadie puede decir cómo le irá a la Tierra. Mientras tanto, tenemos que recuperar algún tipo de relación con nuestro antiguo patrón, Marte. El trabajo alrededor de Saturno comenzó como una búsqueda del nitrógeno marciano, como ya sabéis, lo que en primer lugar constituyó una parte importante de la colonización del sistema de Saturno. Así que la ruptura total con Marte, si bien fue necesaria en su momento, no tiene por qué ser permanente, ni debe serlo. Ahora somos lo bastante fuertes para hacer frente a Marte sin sentirnos abrumados por ellos. En efecto, involucrarnos con ellos sería para nosotros una muestra de fortaleza. Así que propongo que vayamos allí y propongamos renovar las exportaciones de nitrógeno de Titán a ellos, casi al mismo nivel que entonces, pero con un nuevo acuerdo que nosotros controlemos, esencialmente un trato justo. Ambos planetas se beneficiarían. La atmósfera de Titán cuenta aún aproximadamente con el doble de nitrógeno del que nosotros deseamos que tenga en la situación ideal. Esto apunta a la posibilidad de transferir una cantidad específica que nos permitiría establecer las condiciones. A cambio podemos ofrecer nuestra parte de un comercio triangular: nitrógeno de Titán a Marte, la reconstrucción y la ayuda al desarrollo de Marte a Mercurio, y los metales pesados y tierras raras desde Mercurio a Saturno. También su ayuda a la hora de asegurar las importaciones de luz de Vulcano.

Hubo preguntas y declaraciones por parte de sus interlocutores. Discusión. Entonces Wahram intervino de nuevo.

—El refuerzo de los vínculos en las tres direcciones sería de gran ayuda en el esfuerzo de unirse para plantar cara ante el imperialismo reincidente de la Tierra y sus conflictos y rivalidades internas, que amenazan con extenderse al exterior y acabar alcanzándonos a todos. Incluso podríamos contribuir a resolver algunos de estos antiguos problemas. Sería una forma de hacer un seguimiento de la reanimación, que ya ha producido tales efectos notables.

—¿Cómo cuáles? —lo desafiaron.

—La Liga del Ártico se ha convertido en una de las organizaciones políticas más progresistas y cooperantes de la Tierra. El centro de América del Norte se cubre de nuevo por llanuras herbosas con búfalos para gran aclamación pública. La selva amazónica se está ampliando de nuevo en lo que era su cuenca histórica, cubierta por zonas verdes, un poco como lo fue en la época precolombina. El sudeste asiático, el sur de Asia, han logrado un equilibrio de población y la mayor recuperación de la naturaleza de todos, lo que ha ayudado a los bosques, el agua y la situación climática. Éstas son todas las mejoras mensurables desde que se inició la reanimación.

—No ha habido, ni de lejos, tiempo suficiente para sacar estas conclusiones. La invasión de los animales se describe a menudo como un fracaso terrible que ha dado pie a una interminable serie de problemas pesadillescos.

—Erróneamente.

Discutieron un rato sobre la situación en la Tierra. Finalmente, el principal asesor del Grupo Administrativo de Saturno les recordó que el tema que había sobre la mesa era la creación de un comercio triangular con Marte y Mercurio. Wahram señaló que Marte había sido influenciado considerablemente, hasta podría decirse que infectado, por los qubos humanoides que se habían infiltrado en su sistema, y que sólo recientemente habían sido detenidos y enviados al exilio. Los marcianos estaban tan contentos de haberse librado de ellos que habían revocado a Jean Genette su condición de exiliada, y celebrado el retorno al hogar de la inspectora, célebre ahora, a quien agradecieron los buenos servicios que había prestado. Era de suponer que la nueva administración de Marte mostraría un espíritu más cooperante. Muchos miembros del consejo asintieron ante esta buena noticia, y después pasaron a comentar los pormenores de las cantidades de nitrógeno a transportar, calendarios y compensaciones. Por último se debatió la presión de la atmósfera de Titán.

Wahram esperó a que la mayoría de los presentes en la sala se mostraran impacientes, momento en que pidió que volvieran a centrarse en el asunto. El principio de la propuesta se aprobó por consenso y se levantó la sesión.

La última pregunta tuvo que ver con la forma en que procedería a comunicar su acuerdo a sus socios.

—Me dirijo a Mercurio para proponer matrimonio a Cisne Er Hong —anunció Wahram—. Espero que podamos tomar los votos en el epitalamión de Olympus Mons. En ese momento tendremos ocasión de hablar con las personas adecuadas en Marte.

Ah, bien, coincidieron todos. Enhorabuena. Algunos se mostraron sorprendidos, otros asintieron con complicidad. Eso facilitaría las cosas. Ambos seréis una especie de comité permanente de Saturno y Mercurio.

Sí, dijo Wahram.

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