+18

+18


Extra: Dos semanas y media muy eternas…

Página 46 de 52

Extra: Dos semanas y media muy eternas…

 

ALASKA

Mayo de 2017

Estoy agachada debajo de la ventana, de tal manera que mis ojos miran hacia arriba para poder ver hacia la ventana de Drake porque yo… lo extraño mucho.

Y es que no puedo creerme que realmente llevemos poco más de dos semanas sin hablarnos después de que rompiéramos, y esas son palabras que nunca pensé que diría: Drake y yo rompiendo.

Esperarías que el motivo de una ruptura en una relación tan estable e increíble fuera algo grave o bastante significativo, pero no, la realidad es todo lo contrario.

Tuvimos la discusión más tonta de la vida en medio de una librería cuando me dijo que le había recomendado mis historias a Hayley. Me puse histérica y lo llamé traidor. Él me respondió que se le había escapado y que no lo había hecho con malas intenciones, pero estaba demasiado atacada porque aún llevo mal eso de que las personas que conozco lean mi trabajo.

Me fui y Drake vino detrás de mí. Le dije unas cosas odiosas que lo molestaron y, cuando dijo que tal vez yo no necesitaba un novio como él, yo grité «bien» y eso fue todo. No hemos vuelto a hablar desde entonces, como dos tercos estresados y estúpidos.

En su defensa, a través de Dawson, supe que está estresado con un trabajo complicado de un cliente y yo también estoy un poquito estresada con un leve bloqueo en la historia y un trabajo de investigación para la escuela, así que, más que ignorarnos, creo que nos hemos enfrascado en nuestros asuntos esperando como unos miserables ver quién de los dos cedía primero.

Pero ya han pasado dos semanas y extraño todo de él, desde sus besos hasta sus sonrisas y esa mirada suya que me derrite.

Hay movimiento en su habitación y exhalo con lentitud cuando lo veo entrar y moverse en tanto habla por teléfono pareciendo un poco exaltado. Lleva unos tejanos, un suéter blanco grande y está despeinado como si se hubiese pasado constantemente la mano por el cabello.

Lo sigo con la mirada y debe de sentirla, porque detiene la caminata y se gira a mirarme tan repentinamente que no me da tiempo a ocultarme, quedo atrapada como un ciervo ante las luces de un auto. Mierda.

Decidida a no hacer más el ridículo, me incorporo con fingida seguridad y dejo caer mi trasero sobre el borde de la ventana, tal como he hecho muchas veces.

Su vista está clavada en mí y percibo su intensidad mientras continúa hablando por teléfono y, al terminar, se acerca imitando mi posición en su ventana.

Durante largos segundos nos observamos y estoy a la expectativa de qué sucederá. No es que no nos hayamos visto en las últimas dos semanas, pero habían sido vistazos pequeños e intercambios torpes de saludos que tenían a nuestros hermanos rodando los ojos y mascullando sobre lo tontos que somos, y en eso estoy de acuerdo: somos tontos.

—¿Cómo estás? —pregunta, rompiendo el silencio.

—Bien… Salí de mi pequeño bloqueo y pude avanzar en la trama. —Me aclaro la garganta—. Pronto actualizaré un nuevo capítulo.

—Genial, me muero por leerlo. —Me da una media sonrisa.

—¿Tú qué tal con el trabajo? Dawson me dijo que habías tenido desacuerdos con un cliente.

—Aún pequeñas cosas por resolver, pero más relajado.

—Qué bueno…

Nuevamente permanecemos en silencio, dos tercos sin ceder, pero ¡ya basta! Han sido dos semanas y media eternas, quiero a mi novio de regreso.

—Drake…, lamento haber sido una histérica estresada que pagó todo contigo. Sé que si dices que se te escapó hablarle a Hayley de mis historias es porque así fue y que no tenías malas intenciones. Estuvo fuera de lugar las cosas odiosas que te dije, lo siento.

—No hay problema, Aska, entiendo que te molestaras. No creo que hayas querido ser hiriente y, para que lo sepas, Hayley no lo ha leído porque dice que prefiere esperar a que un día tengas audiolibro, no le gusta leer.

—¡Uf! Ojalá un día llegue tan lejos como para tener un audiolibro.

—Ya verás como sí.

Nos sonreímos y me quedo a la expectativa de que digamos algo más, pero nada sucede. Poco después él suspira y baja de la ventana, lo que me alarma, porque significa que nuestro encuentro está terminando.

—Tengo que irme —dice, rascándose la parte baja de la nuca.

—Oh, bueno… Eh, bien, te veo luego —digo con torpeza.

Me da una sonrisa y luego cierra la ventana dejándome ahí con miles de pensamientos.

¿Me confié demasiado al pensar que esto era una tontería y que regresaríamos sin ningún problema? Incluso pensé que esto ni siquiera contaría como una ruptura, pero ¿y si él ahora no quiere volver? En mi mente todo esto había sido una tontería, pero quizá para él fue todo mucho más grande y lo subestimé.

Me quedo de pie frente a mi ventana pensándolo una y otra vez, diciéndome que tal vez deba tener algún gesto romántico al estilo de mis historias o pedirle una cita para redimirme mejor. Estoy completamente perdida en esos pensamientos, tanto que me toma por sorpresa cuando unos brazos me envuelven la cintura desde atrás.

Lo reconozco por su olor y calidez. ¡Jesús enamorado! Cuánto lo extrañaba.

El corazón se me acelera y me imagino un montón de escenarios en mi atolondrada cabeza antes de que él hable en voz baja contra mi oreja:

—Mi tonta Alaska, te extraño, novia. ¿Podemos ya dejar de fingir que estamos enojados?

Giro entre sus brazos y me encuentro con esos bonitos ojos de colores dispares y una sonrisa dulce que me devuelve el alma al cuerpo.

No tenía que dudar, Drake me ama tanto como yo lo amo a él y no íbamos a terminar por una tontería como esta.

Sonriendo le paso los brazos alrededor del cuello, dispuesta a terminar con estas eternas dos semanas y media de separación. Somos tan dramáticos…

—También te extrañé, novio. Sigamos con nuestra historia +18.

Y, para mi fortuna, me besa como solo él sabe hacerlo.

Definitivamente Drake Harris, además de ser mi primer amor, también es el amor de mi vida.

Ir a la siguiente página

Report Page