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La brisa que golpea el rostro en un viaje; la imponencia de la montaña que envuelve el camino. Las habilidades que exceden a mis manos. El sonido del mar, de la lluvia, de la gente, del silencio. La poca preocupación de un niño y su sabiduría noble, ajena a rencores. El cariño de gratis.

Me gusta encontrar una perspectiva distinta a la mía, con iguales o mejores fundamentos. Y es que, no discuto para imponer "mi razón", lo hago para establecer mis argumentos, y si ellos no son tan sólidos y bien cimentados como los vuestros, entonces es "la razón" lo que obtengo. Desde mi perspectiva, este es el único caso en el cual, el sabor del premio es más dulce que el de la victoria.

Puede que estos placeres simples me bosquejen ante muchos como alguien "extraño" Pero No somos tan distintos... También deseo colocar en mis manos eso por lo que brillan tus ojos de sólo imaginar. Sin embargo, no quise hacer de lo tangible el único aliciente para cada mañana, para cada despertar.