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3. La provisión de Dios en la distribución de la tierra fue abundante



Deuteronomio 11: 11-12 “La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el final”.



Dios proveyó en abundancia a cada tribu de Israel, todos fueron abundantemente beneficiados. Sin embargo, esto es nada comparado con los beneficios que reciben los creyentes en Jesucristo.



Son abundantes los beneficios que recibimos en la salvación gracias a nuestro Señor Jesucristo. Recordemos algunos:



a. Somos justificados, Romanos 5:1 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por 2 medio de nuestro Señor Jesucristo” Esto significa que no solamente somos perdonados de todos nuestros pecados pasados, presentes y futuros, sino que también la justicia de Cristo nos ha sido imputada o puesta a nuestra cuenta. Aunque todavía luchamos contra el pecado y nuestras frecuentes fallas, Dios nos ha declarado legalmente justos ante él y nos trata como tal.



b. Somos regenerados: Dios cambia nuestros corazones. Ezequiel 36:26 “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” El creyente se convierte en una nueva criatura con un nuevo corazón que ahora se delita en Dios y desea lo que le agrada.



c. Somos adoptados: Para nosotros los que creemos, ahora Dios ha venido a ser nuestro Padre. Hemos sido adoptados en la familia de Dios, y nos regocijamos en todos los privilegios de hijos. Juan 1.12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Ahora, Dios nos ama como ama a su propio Hijo.



c. Recibimos el E.S de Dios. No andamos a solas en este mundo. Cristo nos ha dado al E. S para morar dentro de nosotros, quien ahora nos enseña, guía, ayuda, y convence de pecado.



d. Somos santificados: La Biblia enseña que ahora Dios está obrando fielmente e incansablemente en todos los eventos y circunstancias de nuestras vidas para que seamos conformes a Cristo. Filipenses 1:6. “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”



d. Recibimos vida eterna, y seremos glorificados: Nuestra gran y cierta esperanza es que gracias a la resurrección de Cristo nosotros también seremos resucitados de los muertos y glorificados en el cielo. Nuestros cuerpos corruptibles y mortales serán transformados, y no estarán más sujetos al pecado, la muerte o la corrupción.



Con toda seguridad, por toda esta abundancia de riquezas podemos clamar “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los luga

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