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LA FRAGMENTACIÓN DEL SER Y LAS FISURAS EN EL CAMPO ÁURICO

Parte 2.

Cuando tenemos una enfermedad, dolor, sufrimiento, malestar, accidente, etc. nuestra aura pierde densidad, se abren fisuras que nos dejan expuestos a la pérdida de nuestra propia energía y a la entrada de densidad del entorno exterior.

La Energía a la que estamos conectados en todo momento, se encarga de reparar ese daño, pero a veces esa fisura es persistente, dependiendo de la enfermedad que tengamos, o a chips implantes y nanotecnología, que agravan las lesiones por traumas o accidentes.

Nuestra capacidad de defensa energética, la mayoría de las veces cura ciertas enfermedades y poco a poco la fisura irá cerrándose, a veces del todo, pero en otras ocasiones quedan pequeños orificios como una punta de alfiler, por donde perdemos dosis de energía, si sólo es uno, apenas lo notamos, pero con el paso de los años nuestro cuerpo ha tenido que experimentar muchos malestares, cirugías, enfermedades o accidentes y podemos llegar a la edad adulta como grandes coladores.

Dependiendo de donde se encuentre nuestro órgano afectado ahí está la fisura.

Los disgustos, temor, enojo, ira, ansiedad, depresión, miedo, contratiempos, etc., nos causan pequeñas fisuras alrededor de nuestra cabeza. Esta pérdida energética y la consiguiente entrada de energía densa del entorno puede causarnos dolores de cabeza, sensación de cansancio mental, pérdida de memoria, ira e incluso depresión.

Si el disgusto es grande se abre una brecha a la altura del corazón y el plexo solar, quedando allí una zona expuesta, que causa opresión en el pecho y ahogo.

Nuestro cuerpo energético es muy sensible a cualquier hecho de la vida, si se pudiera filmar todo lo que ocurre, veríamos energía que entra y sale, manchas oscuras, variación de colores del campo áurico, etc.

Cómo mejorar nuestro campo áurico:

Lo más importante es reforzar nuestro poder y fuerza interior.

A nivel físico, el contacto con la naturaleza ayuda a cargar y regenera nuestra energía y nuestra aura. El sol y los baños de mar son grandes potenciadores energéticos, purificadores y cicatrizantes de heridas del aura.

Algunos cuarzos y gemas puestos en el lugar indicado absorben la energía densa y otros liberan energía sanadora. La alimentación vegetariana es importante, porque no absorbemos el dolor y sufrimiento de los animales sacrificados, pero es una opción.

Muchos utilizan diversas técnicas para cerrar esas fisuras.

El péndulo es una herramienta que algunos utilizan para detectar y cerrar esas fisuras, va trabajando con sus movimientos hasta cerrarlas, es como si cosiera la herida. Advierto que utilizan el péndulo para sanar, no para adivinar.

También las puntas de cristales de cuarzo son excelentes herramientas para cerrar puntos de fuga y sellarlos.

Los que podemos ver esas fugas energéticas, a veces percibimos que tras los tratamientos quedan puntos sensibles o cicatrices, así que hay que estar alerta de que en breve tiempo no se vuelvan a abrir.

Nunca debemos dejarnos limitar por la propia mente y menos por las palabras y creencias limitantes de los demás.

Hay personas que sanan su aura, en cambio hay otras que la mejoran, pero la cicatriz no se cierra del todo, y con el tiempo, vuelve a aparecer la fisura.

Siempre digo que todos podemos hacerlo, con certeza, voluntad y poder. La intención enfocada, la voz de mando y certeza es la mejor forma para conseguir lo que nos proponemos.

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