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LOS DIEZ PAÍSES DE LA ATLÁNTIDA.

Luego de unidas las diez islas, al formarse un gran continente que abarcaba como la extensión de Europa y el norte de África, se manifestaron allí diez países gobernados por diez reyes descendientes de dinastías que habían de perdurar en el tiempo y pasaban de padres a hijos.

En el norte, estaban: Poseidonis, antes llamado país de Ruthak, Otlana, Dyaus, Teoskandia y Cerro de Oro. Al Sur, se encontraban: Manantial de Zeus, Mauritania, Cerro Negro, Valle de Oro y Mayolandia. Eran 10 países adelantados y prósperos.

Los diez reyes gobernaban sabiamente, con rectitud, justicia y abundancia en esa primera etapa de Atlántida, por lo cual eran amados y respetados. Se logro una unidad perfecta, bien organizada de prosperidad y gran adelanto. Por ello, ese continente mereció el nombre de “Paraíso en la Tierra”. Fue la época de mayor esplendor y se prolongo durante mucho tiempo, pues duro 13.800 años.

A las diez islas, se las llamaba “las Diez Gemelas” debido a que sus fundadores, los diez reyes, eran hermanos a nivel espiritual y todos realizaban la misma labor planificada con anterioridad, se comportaban igual. El nombre no significa que ellos eran gemelos físicamente sino que tenían la misma organización e ideales comunes y todo lo compartían.

La unión entre los reyes venia desde el principio, de común acuerdo, estaban en perfecta comunicación para gobernar a las islas desde el punto central: el Gobierno de Zeus. En aquella época, el nombre que daban a Dios era Zeus así como, en los tiempo del rey Anfión, llamaban a Dios “El Gran Atman”. Los nombres de Dios varían en el tiempo.

La organización se basaba en el sistema de los soles, tal como nos da su ejemplo el sol que se encuentra en el centro de este sistema solar y la relación que tiene con los planetas. En cuanto a la cultura, predominaba un alto desarrollo de las Artes como sucedió posteriormente en Grecia. Practicaban la adoración a los dioses, pero en forma correcta, porque los dioses representaban las diversas cualidades del Dios Uno para que la gente pudiera entender bien esas cualidades. Los Maestros Ascendidos eran sus principales guías. Por entonces, se densificaban para impartir instrucción, ayudar al pueblo y ellos venían siendo los mismos dioses que, luego, en la Mitología, han prevalecido, hasta la actualidad.

El florecer de las Artes se debió, principalmente, al adelanto interno alcanzado en esos primeros tiempos. Tal adelanto lo tenían, especialmente, quienes gobernaban porque contaban con mayor evolución y no era alguien igual a la gente, elegido por simpatía. Había costumbres sencillas, siempre trataban de seguir el ejemplo de quienes los conducían y enseñaban. A estos últimos, lo llamaban “dioses”. No aceptaban otra forma de proceder que la impartida por ellos. La civilización atlante del principio o primera etapa fue de gran altura, muy bien planificada y organizada para el bien común.

Los diez reyes fundadores de la Atlántida eran de origen tolteca, como lo fueron también los antepasados del rey Anfión de Orozuma. Tenían contacto directo con los planos de luz y, a través de su descendencia, se organizaban la continuidad.

Después del Segundo Hundimiento, quienes se trasladaron a distintos países del mundo llevaron consigo, en la enseñanza de Antulio, tesoros de sabiduría. Al llegar a otras tierras, esos conocimiento continuaron y se formaron nuevas civilizaciones tal como sucedió en el extenso territorio de la Cordillera de los Andes que no se hundió. Así estaba planificado. Eran seres de luz que encarnaban con esa misión; por ello, fueron llamados dioses. De ahí el origen de la Mitología griega conocida en la actualidad.

En la Atlántida, la enseñanza que los reyes daban se ajustaba al nivel de conciencia imperante en el pueblo y lo que ellos podían entender; pero esos conocimientos fueron muy altos. Los seres de luz encarnaban como instructores y reyes. El pueblo los respetaba y admiraba mucho, los llamaban “dioses” palabra que, por entonces, era similar a la de Maestros Ascendido que conocen en la actualidad. Cada ser de luz encarnado representaba una cualidad del Dios Uno sobre la cual se hablaba; la Verdad, la Justicia, el Amor, la Fe, la Esperanza, la Libertad, la Prosperidad, etc. Ellos enseñaban a la gente el desarrollo de las diferentes virtudes o cualidades de Dios, como aplicarlas y practicarlas en sus vidas. Por tal razón, posteriormente, había tantos dioses como virtudes por desarrollar, que la gente adoraba y estaban representados por estatuas; pero esos dioses no se referían al Dios Uno sino a sus atributos o cualidades.

De esta manera, podían subir de nivel de conciencia de la gente, pues no era posible hacerlo a través de lo interno. Sucedía que, al fijar la atención en tan altas cualidades, eso permitía elevarse internamente y avanzar bastante en su evolución.

Tal es el origen de las distintas ciencias que hoy se conocen, porque los seres de luz encarnados, que ellos creían dioses, eran también sus maestros, sus gobernantes y les daban muchos conocimientos los cuales fueron la base de la actual civilización, que no está en la adámica sino en la Atlántida.

Los dioses eran también especialistas en las distintas ramas del saber por lo cual nació la ciencia. Enseñaron Ciencias Naturales, que provienen del estudio e investigaciones de la Naturaleza, Botánica, Biología, Anatomía, Medicina, Matemáticas, Física, Química, Astrología, Astronomía, etc. Adaptando esos conocimientos al nivel evolutivo de las personas que vivían en aquella época tan antigua.

Los templos griegos, conocidos actualmente como el Partenón, por ejemplo, eran aulas culturales donde se educaba a la gente, escuelas y no lugares espirituales de adoración a determinados dioses como se cree; es decir que, los templos, no tenían nada.

Ese fue parte del conocimiento de la antigua Grecia recibió de la Atlántida y transmitió con el paso de los siglos, a la humanidad actual.

MANHA ETHEL, LA CIUDAD MAGNA.

La capital del País de Zeus, en los tiempos de la Atlántida, estaba situada en un paisaje de gran belleza natural y tenía una admirable arquitectura. Llevaba el nombre en el que, por entonces, se conocía a Dios y, de igual forma podría llamarse, si existiera el País de Dios. Tenía una belleza natural extraordinaria, su arquitectura se había diseñado para integrar perfectamente a la ciudad con la naturaleza y se asemejaba mucho a la conocida posteriormente como Civilización Griega; pero unida perfectamente al ambiente natural que la rodeaba.

Desde una gigantesca plaza central con un gran obelisco en el centro, se extendía en forma circular. Había fuentes naturales de agua fresca y limpia, arboles, plantas, parques con abundante vegetación, acueductos, regios y elegantes edificios de estructura sobria. En la plaza central, estaban las edificaciones pertenecientes al gobierno, los servicios públicos y mercados populares. Había muchas aves de diferentes especies, pues era una ciudad – jardín. Los templos se utilizaban como casas de vida con similares funciones a las de los hospitales de la actualidad; aunque distinto en su uso.

Las personas vestían ligeras túnicas y llevaban cómodas sandalias en los pies. Usaban también pantalones como ahora; pero para trabajos más rudos. La bella ciudad – jardín de Zeus estaba llena de vida natural, era el escenario donde la filosofía, la ciencia y las artes del Amado Mesías florecían como pocas veces se vio en el mundo. De allí derivaba la existencia de una juventud sana y las mejores costumbres, marco perfecto en el cual Antulio desarrollo su programa educativo de elevación de las multitudes, con su enseñanza y su ejemplo.

LOS GRANDES DINOSAURIOS

Estos animales fueron creados por los experimentos científicos realizados en la época de la Atlántida, abortos genéticos que se salieron después de todo control, eran muy grandes y nunca habían existido antes. Fueron creados como instrumentos de agresión a nivel militar para atacar a otros países y derribar sus flotas aéreas. Los iban entrenando para la violencia, pero ya tenían instintos sanguinarios. Había diferentes tipos y tamaños con distintas características. Algunos procedían de la mezcla de aves con mamíferos, estrategia militar muy estudiada para atacar al enemigo en las guerras de unos contra otros.

Luego de creados, comenzaron a multiplicarse con gran rapidez con lo cual no contaban y esto los tomo de sorpresa, pues se iba saliendo del control humano, lo que no era conveniente para ellos. Aunque los habían creado en zonas alejadas, los dinosaurios se iban acercando a las ciudades al multiplicarse demasiado. Esto constituía un peligro y aterraba a mucha gente porque eran animales muy destructivos. En las guerras, atacaban al enemigo, derribaban los aviones contrarios por sorpresa y escapaban volando con gran rapidez, después de agredir.

Para esta creación de animales tan monstruosos, alteraron el código genético mezclando el ADN de determinadas especies para producir animales agresivos y feroces que sirvieran a sus fines bélicos. La desviación comenzó cuando ellos llegaron a saber que, en algunos mundos de tercera dimensión, hay animales de gran tamaño y cuerpo desproporcionados que tienen mucha fuerza combativa. Por ejemplo al mezclar el ADN de un halcón con el de un toro, resultaban animales muy fuertes.

Cuando había un enfrentamiento de flotas aéreas en el que podía haber ventaja tecnológica, utilizaban dinosaurios para atacar, si tenían menos equipos de tecnología en uso. Entonces, creaban muchos animales voladores que atacaban a los aviones enemigos. Al ser de gran tamaño y tantos en cantidad, no podían ser controlados por las flotas de otros países y causaban muchos problemas.

A veces, para dañar a los pueblos enemigos, escondían los huevos de los dinosaurios sin que nadie lo llegara a saber para que nacieran y crecieran, los feroces animales, en poblados cercanos e invadieran, destruyera a esas ciudades. Su enorme tamaño era, en algunos, como el de un avión actual veloz. Caminaban, volaban y eran capaces de romper las casas, derribarlas pisando los techas y las paredes. Las balas solo, los rasguñaban y no les hacia gran daño por ser muy resistentes. Causaron muchos problemas porque la multiplicación excesiva de ellos se salió del control. Tenían gran habilidad para escapar después del ataque y podían volar también a la misma velocidad de un avión. Cuando ponían sus garras sobre algo, inmediatamente lo destrozaban.

La ventaja numérica era tan grande que, por cada avión, había de tres a cinco dinosaurios voladores. Se alimentaban por ellos mismos, pues nacían en sitios alejados con bastante vegetación, eran herbívoros. Después de multiplicarse en exceso, invadían las ciudades para buscar alimento o por el simple deseo de actuar y destruir. Ese fue el mayor problema que hubieron de afrontar. Por tan grave peligro, tuvieron que eliminarlos aceleradamente por medio de rayos laser potentísimos, lo cual desajusto el eje de la Tierra y abrió grandes grietas, creaba terremotos y otros cataclismo ya que no resultaba fácil matarlos. Poco a poco, se fueron extinguiendo después los que quedaban, al luchar con tantos obstáculos.

Fue preciso utilizar mucha tecnología para eliminarlos, los rociaban con detergentes venenosos desde aviones cuando iban volando y veían a grupos de ellos. Fue una lucha tremenda y mucho terror el que infundieron los dinosaurios creados por los científicos de aquella época, para destinarlos a fines bélicos y agresivos de unos países contra otros.

Esos animales encarnaron por Ley de Afinidad, ya que traían instintos muy feroces y los atrajo la violencia. Desde evoluciones anteriores, llevaban ese camino recorrido con la tendencia de servir a las fuerzas de la oscuridad, por lo cual todo fue permitido y ellos se presentaron a los experimentos científicos. Magos negros, encarnados con esos fines, eran los encargados de todo eso. Siempre es respetada la libre escogencia e inclinación hacia el bien o hacia el mal; hasta las plantas la tienen, pues hay algunas carnívoras y otras que buscan la belleza.

El experimento mayor de la creación de dinosaurios se hizo en la Atlántida, donde llegaron a ser tan numerosos como la plaga que se multiplican y crecen rápidamente. Costó mucho eliminarlos y causaron grandes problema a los pobladores. Primero, los mantenían alejados en lugares despoblados; pero se iban acercando aunque su ataque era, al principio, en esas zonas de escasa población existente. Había diferentes especies de dinosaurios, formas y tamaños. A veces, se atacan unos a otros, comían vegetales. La variedad existente entre ellos era porque hicieron experimentos con mezcla de distintos animales, principalmente de aves con mamíferos.

No todos volaban, pues muchos de ellos era terrestres, tenían enorme tamaño, unos cincuenta metros de la cabeza a la cola, dientes voraces. Engullían grandes cantidades de vegetación y dejaban sin plantas los campos. Tenían esqueleto, columna vertebral, una cabeza demasiado pequeña para el grosor y tamaño del cuerpo, larguísimo cuello, cuatro patas y las dos delanteras más pequeñas, lo que les permitía erguirse sobre sus extremidades traseras. Emitían rugidos penetrantes para comunicarse entre ellos. Su lengua era larga y afilada, los ojos saltones y el cuerpo cubierto de placas protectoras a manera de caparazón duro. Algunos caminaban a saltos tal como lo hacen los canguros y otros, como hemos dicho, volaban. Eran torpes, de pesado caminar; pero muy agiles en el agua y en el aire. Con el golpear de su cola, producían derrumbes. Mataban a los seres humanos si los atacaban; pero no se los comían por ser herbívoros. Por su enorme corpulencia, necesitaban mucho alimento y lo tomaban de los sembrados, destruían las cosechas. Sus rugidos para comunicarse entre sí perturbaban mucho. Los atlantes los temían porque se comportaban de manera agresiva.

Se probaron varios sistemas de destrucción sin resultados, potentes energías y rayos lanzados contra ellos; pero nada era acertado en forma definitiva. Finalmente, debido al frio que se desato por la inversión de los polos, fueron extinguiéndose poco a poco. Lo que era un clima semitropical se cubrió de hielo y las grandes bestias se morían de frio en esas tierras heladas, sin poder alimentarse.

Tales animales fueron la pesadilla de la Atlántida. Eran descendientes de los reptiles con expansión hacia las aves y alguna mezcla de los mamíferos. Fueron como un aborto materializado de las fuerzas del mal. Los potentes rayos destructivos que utilizaban para eliminarlos desajustaron mucho a la Tierra en su equilibrio. La enorme corpulencia y una cabeza tan pequeña indicaban escasa inteligencia; pero mucha fuerza y resistencia en los agresivos ataques.

En los actuales tiempos modernos, hay una moda derivada de una película: Parque Jurásico y de lo proyectado en televisión, que da mucha importancia a los dinosaurios. Los presentan como monstruos enormes, grotescos e incluso graciosos, que despiertan simpatía hasta en los niños. Muñecos en forma de dinosaurios, hechos de plástico, de goma y otras sustancias, son comprados a los niños que juegan con ellos y los consideran como mascotas.

Todo eso sucede por haberse habituado, los niños, a ver monstruos que lanza por la boca, pelean entre si y contra los humanos, así como monstruos de toda clase con los que los medios televisivos entretienen a la infancia. Acostumbran también a los adultos a no dar importancia a los monstruos, lo cual deforma mucho las conciencias.

Pero lo bueno es que ya, esos monstruos, por tanto acostumbrarse, no inspiran miedo no terror alguno y lo ven como algo común. En eso consiste quitar poder a lo monstruoso y maligno. Volverlo simpático y agradable, lo rebaja y, de esta manera, va desapareciendo el miedo entre la gente.

EN LA UNIÓN, ESTA LA FUERZA

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