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La Danza Final de Kali
LA FÁBULA DEL VAGÓN DE TREN Una cabra sube a un tren mientras la azuzan a varazos. La cabra se queja con un balido y cierran la puerta corrediza de golpe. En la penumbra del vagón se encuentra con una oveja, un cerdo y un toro. Le dice la oveja: “¡Bienvenida, cabra, compañera de viaje! Bebe agua, come alfalfa, ponte cómoda para la travesía. Mi amo querido me ha lavado, me ha llevado al veterinario, y allí me han puesto las inyecciones necesarias para ir al maravilloso lugar donde vamos.” La cabra pregunta: “¿Qué lugar es ese? ¿A dónde vamos?” El cerdo se mete en la conversación: “No hagas demasiado caso a esta entusiasta oveja… Ella ha visto demasiado la tele. La verdad es que nadie aquí sabe dónde vamos. Hace días que no veo a mi familia. Me metieron aquí como a ti. Aquí nos ponen comida rica y agua fresca cada seis horas, pero no me gusta este vagón. Huele mal.” La oveja replica: “¡Huele a pocilga tal vez? ¡Hay que ver que desagradecido es el ganado porcino! Nos han pagado el billete, nos alimentan, estamos viajando en tren con todas las garantías sanitarias, ¿y aun así reclamas? Hermana cabra, disfrutemos de este privilegiado viaje. Dentro de poco llegaremos a nuestro destino.” “Gracias, oveja”, dijo la cabra. Después miró al toro, que estaba en una esquina, y le preguntó: “¿Y tú qué piensas?” El toro dijo con timidez: “Yo prefiero no opinar porque me caen palos por todas partes cada vez que mujo. Por ahí dicen que nos han tratado así de bien en las últimas semanas para que nuestra carne pueda despedazarse mejor. He oído que cuanto más comamos, por más dinero podrán vendernos al peso. Algunos dicen que vamos a un lugar espantoso del que solo se sale despellejado, despiezado, abierto en canal, colgado de un gancho… Eso dicen.” La oveja indignada: “¡Qué sandeces! ¿Pero tú te has escuchado? Estás como el cencerro que llevas. Eso sólo son gilipolleces.” El cerdo añadió: “Oh amigo toro, eso no es posible. ¿Cómo serían capaces de algo así?” De repente se detiene el tren, se abre el portón con un estruendo, y se ve una pasarela de salida que llega a un camión con un enorme cartel. El cerdo, intrigado, le dice a la cabra: “Tienes pinta de ser un cabroncillo instruido, ¿sabes lo que pone ahí?” La cabra responde: “Sé leer el alfabeto de los hombres, pero no sé lo que significan sus palabras”. Y se puso a leer a trompicones: “Ma… ta… de… ro…” El cerdo exclamó: “¿¡Matadero!? ¡Qué extraña palabra! Nunca la he oído.” La oveja opinó: “Matadero me suena a mata, a rico mato, a matojos, a matorral, a buenos pastos… Y el toro dijo: “Pues entonces pasa tú primero.”

Publicado en www.ladanzafinaldekali.com

Yesterday at 7:31 AM · Public · in Timeline PhotosView Full Size

Antonio Soriano Puche and 10 others like this.¿Qué animal sois? Yo entre la cabra (o cabrón), que lee y pregunta, y el toro, que visto lo visto ya prefiere no opinar y que vayan pasando los que tengan prisa... Pregunta para el autor ¿El tren tiene conductor?

...Sería otra opción...

1 · Yesterday at 9:48 AM

Con ovejas y cerdos no se puede razonar.

2 · Yesterday at 9:35 AM

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