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El toro de Falaris.

A lo largo de la historia humana han habido multitud de tiranos que utilizaron las torturas y las ejecuciones como herramientas de presión con los que infundir miedo y terror a los ciudadanos o a aquellos que iban en contra de sus ideas e intentaban oponerse a ellos o a sus regímenes.

¿Qué tiene que ver un tirano con una bella estatua de bronce? Esta estatua esconde algo oscuro y horroroso, aunque no lo parezca a simple vista. Esta estatua bellamente tallada en bronce no parece para nada una máquina de matar, ni un artilugio maquiavélico de tortura, sin embargo, así es. Siento decir que lo que estás leyendo ni más ni menos, es de una máquina de tortura horrible, tan letal como el hombre que encargó su fabricación.

El toro de bronce fue inventado por Perillos de Atenas entre los años 570 y 554 a.C. Este toro era un instrumento de tortura durante el reinado de Falaris, tirano de Acragas, en Sicilia. Falaris fue quien encargó la construcción de este instrumento de tortura.

Siendo honestos, tirano le quedaba corto, a Falaris se le conocía por comer bebés recién nacidos entre otras atrocidades.
Aunque también es conocido por otras cosas, entre ellas ser el encargado de realizar el palacio de Zeus en el Partenón, y llevar agua corriente a través de Grecia. Se hizo de su fama por sus métodos de opresión.

Perillos fue quien diseñó el toro hueco, con un fuego debajo. Las víctimas eran quemadas vivas, y el humo se escapaba a través de la nariz del toro, que estaba llena de incienso para combatir el hedor de la carne quemada.

Supuestamente desde el interior del toro hasta el exterior, habían unos tubos que distorsionaban el sonido de los gritos de la víctima y lo hacían sonar como el bramido de un toro. Cuando la quema se concluía, se recogían los huesos para hacer pulseras, que Falaris solía llevar puestas.
Para probar el dispositivo de sonido, Falaris empujó a Perillos dentro de su propia creación y encendió el fuego. Falaris liberó el inventor del toro antes de morir. Luego procedió a matarlo arrojándolo por una colina empinada.

Al final, el propio Falaris fue asado por su toro de bronce, cuando la ciudad fue derrocada por Telémaco en el año 554 a.C.

El Toro de bronce de Falaris no fue único en la historia. Al igual que con muchas otras cosas de los griegos, los romanos lo adoptaron y lo utilizaron para torturar a los cristianos. Se especula que algunos famosos cristianos como San Eustaquio y San Antipas fueron asesinados por los toros de bronce.

Fuente: Un paseo por la historia
Imágenes tomadas de la red

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