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No pierdo el tiempo discutiendo sobre candidatos vacunales y propaganda.

No me

interesa

Sepan esto quienes defienden los candidatos vacunales cubanos con maneras de fanático de béisbol. No será la propaganda lo que los haga funcionar. Sepan esto quienes los atacan con las mismas maneras desde el dugout del frente. No será la propaganda –ni la buena, ni la mala– lo que los haga fracasar.

Cuando limpias de esa contaminación el análisis, lo que queda es esto:

1. Hay 2 candidatos basados en un diseño racional –uno de los cuales (Soberana 02) utiliza una alternativa ingeniosa para potenciar inmunogenicidad– que están en Fase 3 de evaluación. Que sean los únicos desarrollados en Latinoamérica en esta etapa cada cual que lo interprete como quiera. Más allá de interpretaciones, es un hecho.

2. La plataforma de diseño empleada –proteínas de subunidad– es una plataforma tradicional y muy segura.

3. La biotecnología cubana tiene más de 3 décadas de experiencia en el diseño y producción de vacunas de este tipo (subunidad). Varias de esas vacunas tienen un recorrido de años en el programa nacional de inmunización del país. Varias fueeon y son administradas más allá de las fronteras de la isla.

4. La tecnología utilizada en Soberana 02 –vacuna conjugada– tiene antecedentes en Cuba con vacunas como QuimiHib, que lleva años siendo aplicada y que tiene varias publicaciones que la avalan, incluso en Science.

5. QuimiHib no es el único antecedente de una vacuna conjugada desarrollada y ya admistrada en Cuba. Cimavax, una vacuna terapéutica para cáncer de pulmón del Centro de Inmunología Molecular y que está siendo probada en colaboración con el Roswell Park de NY 🗽, también usa esta tecnología. No es por gusto que el CIM es parte del sistema productivo de Soberana 02.

6. Abdala tampoco salió de la nada. El CIGB lleva años trabajando en la producción de proteínas recombinantes en P. pastoris. La vacuna terapéutica para hepatitis B que se ha usado en Cuba durante décadas salió de allí. De ese centro, de esa tecnología.

7. Los datos preliminares de inmunogenicidad y seguridad en Fase 1/2 cumplen las expectativas para estas etapas.

8. Al final, el Instituto Finlay de Vacunas, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), el Centro de Inmunología Molecular, la UH, todas las instituciones que participan de los proyectos de la Soberanas, Abdala y Mambisa tienen vacunas ya en el terreno, evaluadas, aprobadas, con años de uso.

Olviden la propaganda. Es este background, estos antecedentes, la esencia de lo que realmente cuenta.

Son garantía definitiva e indiscutible de éxito?
Claro que no. Cada vacuna es única.

1. Falta demostrar la eficacia en Fase 3 2. Falta demostrar eficacia contra las nuevas variantes. 2. Falta –por el bien y credibilidad de los candidatos cubanos ante la comunidad científica internacional– que veamos los datos de Fase 1/2 (seguridad, eficacia) y de la propia Fase 3 –cuando estén listos– publicados en revistas arbitradas como han hecho otros fabricantes. 3. Falta que no se produzcan problemas de reacciones adversas durante la extensión (Fase 3) o vacunación masiva (Fase 4). Aunque no son esperables por la seguridad de la tecnología usada.

4. Falta –de nuestra parte– que haya la máxima adhesión posible a la vacunación.

Sobre estos elementos a favor y puntos pendientes pongo mi mirada, mis análisis. Mi aplauso y mi crítica.

Ignorando la propaganda. La propaganda no inmuniza. La propanaga no determina eficacia.

No hará funcionar ni fallar a los candidatos.

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