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He leído un par de artículos en medios internacionales y lamentablemente replicados en medios de Cuba sobre el fallecimiento de +30 personas, ocurridos en Europa, tras recibir la vacuna BNT162b2.

1. El dato de que la vacuna es estadounidense es (parcialmente) errado e innecesario. 2. La BNT162b2 no es apenas de Pfizer. Es resultado de la colaboración entre Pfizer y BioNTech, una empresa alemana dirigida por el turco Ugur Sahin. El BNT... del nombre no es por gusto. 3. Los +30 fallecimientos son una noticia triste, lamentable y están ya bajo estricta investigación

4. Pero ocurrieron en personas +79 años, con una o varias comorbilidades y situación de extrema debilidad. No debió ser, pero a los efectos de la vacunación, es corregible actualizando las recomendaciones.

Las vacunas no son incuestionables. De hecho los comités reguladores están recibiendo información para continuar su evaluación (Fase 4) y tomar decisiones, actualizar recomendaciones de uso.

Pero esos titulares, que parecen destinados a atacar a una vacuna por su origen, no atacan apenas a esa vacuna, sino a cada una de las que están siendo usadas y potencialmente a las que vendrán. Entre ellas las cubanas.
Es un favor que agradecen los antivacunas.